El Señor es infinitamente generoso.
Su generosidad estalla en los esplendores de la naturaleza, en el tratamiento real de las almas fieles.
Aprende a responder con tu vida un átomo de la generosidad divina.
Se generoso en tu amor hacia el señor. Hazlo por los demás también y por tu ángel de la guarda.
ORACION AL LEVANTARSE
Ángel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible,
se que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.
Angel de Dios,
bajo cuya custodia me puso el Señor
con amorosa piedad,
a mí que soy vuestro encomendado,
alumbradme hoy,
guardadme, regidme y gobernadme.
Amén.
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