Madre siempre fiel,
cuando te asaltó la incertidumbre,
cuando las cosas se te hacían complicadas,
supiste confiar.
cuando te asaltó la incertidumbre,
cuando las cosas se te hacían complicadas,
supiste confiar.
¡Y cómo confiaste!
En el momento cumbre de la historia
con decisión y firmeza
pronunciaste aquel bienaventurado
«Hágase»,
del que viene nuestra salud.
¡Y siempre lo mantuviste!
Obtenme,
Santa María de la Confianza,
el auxilio divino
que me permita superar
las incertidumbres que ahora me acosan.
Que así sea.
Amen.
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