Santísima Madre de Dios,
fiel esposa de San José.
Acudo a ti con tristeza en mi corazón,
para solicitar tu ayuda
en los graves problemas
que me causan tanto dolor.
Por la interferencia
de una tercera persona,
mi matrimonio está próximo a sucumbir,
y te suplico que nos abras las puertas
para obtener una reconciliación,
y que con tu ayuda
podamos resolver esta situación.
Concédenos un corazón abierto,
para mantener un dialogo propicio,
que nos inunden los buenos recuerdos
de nuestra vida compartida
donde prevalezcan el amor,
el cariño, la amistad, la ternura,
el compañerismo y la complicidad
mantenidas a través de los años.
Mantennos en la unidad de este sagrado
e indisoluble sacramento,
por nuestro propio bien
y por el de nuestros hijos,
que sufren al contemplar
nuestras graves desavenencias.
Llena de nuevo nuestras vidas de amor,
y borra para siempre jamás,
los sinsabores, las dudas, los celos,
las infidelidades y otras miserias humanas.
Virgen y Madre María,
tu sabes mejor que nadie,
las circunstancias y problemas
por las que puede atravesar un matrimonio,
y con tu ayuda, tengo la seguridad
de que todo tiene solución,
cuando existe comprensión y diálogo.
Ampáranos, y danos los dones necesarios,
para poder llevar a cabo una reconciliación
tranquila, amable y sin discusiones.
Santa María, madre y esposa,
ruega a Dios por nosotros,
concédenos tu ayuda.
Amén
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