.

martes, 30 de octubre de 2012

ORACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS PARA UNA NECESIDAD GRAVE




 
Oh Divino Jesús que dijiste:
«Pedid y recibiréis;
buscad y encontraréis; 
llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe,
y el que busca encuentra,
y a quien llama se le abre».


Mírame postrado a tus plantas suplicándote
me concedas una audiencia.

Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:

 (Se ora en silencio pidiendo el favor)


¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?


A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

 
Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias,
en mis tribulaciones y en mis angustias,
un motivo más para oír mi petición.


Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

 
Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación,mis problemas, mi vida entera,
desde otro ángulo,con más espíritu de fe.

 
Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

 
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

 
Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SÍGUEME EN FACEBOOK

Mi lista de blogs