Gloriosísima
virgen
y dignísima Madre
Santa Clara,
espejo clarísimo
de santidad y pureza,
base firme de la
más viva fe,
incendio de
perfecta claridad
y erario riquísimo
de todas las virtudes.
Por todos estos
favores con que
el Divino Esposo
os colmó;
y por la especial
prerrogativa
de haber hecho a
vuestra alma
trono de su
infinita grandeza,
alcánzanos de tu
inmensa piedad,
que limpie
nuestras almas
de las manchas y
de las culpas,
y, destituidas de
todo efecto terreno,
sean templo digno
de su morada.
También te
suplicamos por la paz
y tranquilidad de
la Iglesia,
para que se
conserve siempre en la unidad de fe,
de la santidad y
de las costumbres,
que la hacen
incontrastable
a los esfuerzos de
sus enemigos.
Y si fuese para
mayor gloria de Dios
y bien espiritual
mío
concededme
cuanto pido en esta oración,
y la gracia
especial:
(hacer la
petición)
vos, como Madre y
protectora,
presentad mis
deseos ante el Trono de Dios,
pues yo confío en
la bondad infinita,
que por vuestros
meritos alcanzaré,
para mayor honra y
gloria
de Nuestro Señor,
que vive y reina
por los siglos de los siglos,
Amén.
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