Nuestra Señora de Belén,
que acunas en tus brazos
a Jesús Niño:
Hoy queremos tener
un corazón de niño,
para acunarnos en tu regazo.
En nuestra niñez acompañaste
nuestros pasos vacilantes,
hoy volvemos gozosos a sentirte
con la alegría del caminante
que regresa a casa.
Santa María de Belén,
no hay pan en nuestra alforja,
no hay agua en nuestro cántaro,
sólo tenemos ansias de amar a Jesús
como lo amas tú.
Madre Nuestra,
que acunas en tus brazos
a Jesús Niño:
Hoy queremos tener
un corazón de niño,
para acunarnos en tu regazo.
En nuestra niñez acompañaste
nuestros pasos vacilantes,
hoy volvemos gozosos a sentirte
con la alegría del caminante
que regresa a casa.
Santa María de Belén,
no hay pan en nuestra alforja,
no hay agua en nuestro cántaro,
sólo tenemos ansias de amar a Jesús
como lo amas tú.
Madre Nuestra,
tú que viviste día a día
en la fe y en la esperanza,
inunda el corazón y la mente
de quienes siguiendo la estrella,
hemos llegado hasta Belén.
Amén.
inunda el corazón y la mente
de quienes siguiendo la estrella,
hemos llegado hasta Belén.
Amén.
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