Santísima Virgen de las Mercedes,
Madre de Dios y de todos los hombres,
Esperanza y Consuelo de los afligidos,
escucha nuestro clamor;
atiende nuestra súplica como atendiste
en otro tiempo la de los cautivos cristianos,
y como a ellos los libraste
de las cadenas de la opresión,
líbranos hoy a nosotros,
de nuestro egoísmo y sus cadenas
líbranos de la mentira,
líbranos de la avaricia,
líbranos de la inseguridad y de la indiferencia,
líbranos de la injusticia, del odio y del rencor.
Madre de Dios y de todos los hombres,
Esperanza y Consuelo de los afligidos,
escucha nuestro clamor;
atiende nuestra súplica como atendiste
en otro tiempo la de los cautivos cristianos,
y como a ellos los libraste
de las cadenas de la opresión,
líbranos hoy a nosotros,
de nuestro egoísmo y sus cadenas
líbranos de la mentira,
líbranos de la avaricia,
líbranos de la inseguridad y de la indiferencia,
líbranos de la injusticia, del odio y del rencor.
Ayúdanos Virgen de las Mercedes,
a buscar y a encontrar remedio
a nuestras necesidades.
(hacer la petición)
Y, como siempre,
socórrenos en todos los peligros.
Te invocamos, Madre de Misericordia,
y esperemos confiados que nos enseñes
a escuchar la voz de Dios y a seguir sus enseñanzas.
Y ya que nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo,
desde la cruz nos encomendó a tu cuidado y protección,
haz resplandecer sobre nosotros
el dulce nombre con el cuál te veneramos,
VIRGEN DE LAS MERCEDES,
Madre y Señora Nuestra.
Amén.
Rezar La Salve y el Avemaría.
Rezar La Salve y el Avemaría.
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