Dice tu Angel hoy:
Alejado de Jesús no puedes hacer nada.
Él es la viña, tú eres un sarmiento.
En esta viña, tú llevas muchos frutos; la santidad es el fruto sublime.
Cree en Jesucristo con todas tus fuerzas, con toda tu alma, y guarda fielmente sus mandamientos; entonces se produce esta maravilla:
En ti, el Salvador ama a su Padre Celestial; de tu corazón saldrá, exhalado dulcemente, por el Espíritu Santo, el nombre infinitamente tierno de “Abbá”(Gal 4, 6).
ORACIÓN AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA
Ángel Santo, amado de Dios,
que después de haberme tomado,
por disposición divina,
bajo tu bienaventurada guarda,
jamás cesas de defenderme,
de iluminarme y de dirigirme:
yo te venero como protector,
te amo como custodio;
me someto a tu dirección y me entrego todo a ti,
para ser gobernado por ti.
Te ruego, por lo tanto,
y por amor a Jesucristo te suplico,
que cuando sea ingrato para ti
y obstinadamente sordo a tus inspiraciones,
no quieras, a pesar de esto,
abandonarme; antes al contrario,
ponme pronto en el recto camino,
si me he desviado de él; enséñame,
si soy ignorante; levántame,
si he caído; sosténme,
si estoy en peligro y condúceme al cielo
para poseer en él una felicidad eterna.
Amén.
que después de haberme tomado,
por disposición divina,
bajo tu bienaventurada guarda,
jamás cesas de defenderme,
de iluminarme y de dirigirme:
yo te venero como protector,
te amo como custodio;
me someto a tu dirección y me entrego todo a ti,
para ser gobernado por ti.
Te ruego, por lo tanto,
y por amor a Jesucristo te suplico,
que cuando sea ingrato para ti
y obstinadamente sordo a tus inspiraciones,
no quieras, a pesar de esto,
abandonarme; antes al contrario,
ponme pronto en el recto camino,
si me he desviado de él; enséñame,
si soy ignorante; levántame,
si he caído; sosténme,
si estoy en peligro y condúceme al cielo
para poseer en él una felicidad eterna.
Amén.
San Juan Berchmans
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