Festividad 18 de diciembre.
ORACIÓN PARA
TODOS LOS DÍAS
¡María de la Buena
Esperanza!
Madre de las madres,
mi modelo mi protectora
acudo a ti, sabiendo que tú,
la más bondadosa de todas las madres,
jamás eres insensible a mis necesidades,
deseos, sentimientos y desvelos.
Escucha, Virgen gloriosa y bendita,
mi oración de este día,
y preséntala ante el trono del Altísimo
como lo hiciste en las Bodas de Caná.
Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Madre mía,
María
de la Buena Esperanza,
te pido humildemente por la vida
y la salud de mi hijo,
y para que la gracia que te pido hoy
(hacer la petición)
me la alcances de
tu divino Hijo.
Amén.
DIA PRIMERO
La
Anunciación del Ángel a la Virgen María
“Concebirás y darás a luz”
María pone su feminidad y
capacidad de ser madre al servicio del plan de Dios, engendrando al Hijo de
Dios y entregándose a Su servicio en el hogar de Nazaret.
¡ Madre
mía!
Ser madre es dar
vida.
Pero no solo es dar vida;
es también dar la
vida,
entregarse,
viviendo al
servicio de los propios hijos.
Te pido que me concedas ambas gracias:
dar vida,
concebir y dar a luz un hijo sano
concebir y dar a luz un hijo sano
y, luego, entregarme a él generosamente,
con amor incansable,
siguiendo tu
ejemplo.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA SEGUNDO
José y María ante el embarazo de María
por obra y gracia del Espíritu Santo.
“Su esposo, como
era justo, y no quería difamarla,
resolvió
repudiarla ocultamente”
El amor entre esposos: Por
grandes que sean los problemas entre los esposos, con buena voluntad y
poniéndose en presencia de Dios, todo tiene arreglo.
María se quedo encinta sin
intervención de su esposo. Ante el conflicto que se genero, los dos adoptaron
la actitud que el Señor esperaba de ellos: José se sereno y María lo dejo todo
en manos de Dios. Así, con ocasión del conflicto, descubrieron lo mucho que se
amaban.
¡Madre mía!
Te suplico me concedas poder ofrecerle a mi
hijo,
apenas nazca,
un autentico hogar.
Por esto, te suplico que mi esposo y yo vivamos,
un autentico hogar.
Por esto, te suplico que mi esposo y yo vivamos,
sobre todo en los momentos difíciles,
la paciencia, la delicadeza,
la sinceridad, la generosidad,
la justicia, la humildad,
la comprensión, la lealtad,
la amabilidad, el
mutuo respeto.
Madre mía,
que en la noche de las dificultades
la estrella que más brille sea el mutuo
cariño.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA TERCERO
La Visitación.
“En aquellos días, se levanto María y se fue
aprisa a la
región montañosa,
a una ciudad de Judá”.
La embarazada y su entorno: La
mujer embarazada, en medio de los achaques del embarazo, puede dar alegría,
paz
y felicidad a los que la rodean.
En la Anunciación, el Arcángel
le dice a María que Isabel, su anciana prima, está en el sexto mes de su
embarazo. María, ya encinta del Niño, deprisa, piensa en su prima y va a
ayudarla. Cuando llega, basto un simple saludo para contagiar su alegría al
Bautista, ya que llevaba a Jesús.
¡Madre mía!
¡Madre mía!
Dame paciencia
ante los achaques propios del embarazo.
ante los achaques propios del embarazo.
Dame la generosidad que necesito
para no hacer sufrir a los demás
las incomodas consecuencias de mi estado.
Que imitando tu ejemplo,
piense más en los
demás que en mi misma,
y que sepa aprovechar
las cosas pequeñas de la vida
las cosas pequeñas de la vida
para transmitir alegría a los míos,
como tú, Madre, con un saludo.
Todas mis incomodidades se las ofrezco al
Señor
por la salud física y Espiritual de mi bebe.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA CUARTO
El Nacimiento.
Y le acostó en un pesebre”.
La madre ante su parto: Las
dificultades materiales, la pobreza, la incomodidad, los riesgos, no son
obstáculo para cumplir la misión de madre.
Dios pudo haber hecho que su
hijo naciera en un palacio; pero lo quiso pobre entre los más pobres. María y
José no protestaron ni se amargaron a la vida por ello.
¡ Madre
mía!
Tú sabes lo que es
dar a luz en la extremada pobreza.
Como madre se que
comprenderás mi petición:
no te pido lujos ni vanidades.
Simplemente que me
des lo necesario
para el nacimiento de mi bebe.
Y si no alcanzo a lograr lo necesario,
dame confianza en el Señor
y una gran paz,
y una gran paz,
ante la estrechez
y las incomodidades,
sabiendo que el Señor dijo:
“Bienaventurados
los pobres”.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA QUINTO
DIA QUINTO
La adoración de los pastores.
“María, por su
parte, guardaba todas estas cosas,
y las meditaba en su corazón”.
La madre y su vida religiosa:
La madre cristiana debe ser en medio del hogar la personificación de la
Espiritualidad y la religiosidad.
El evangelio no habla de
María, sino de Jesús. Y a pesar de todo, las pocas veces que la menciona, se
dice que ahondaba en los sucesos. Es que ella vivía en contacto con Dios a
través de la oración y una rica vida interior.
Madre mía!
En medio de los
trabajos y quehaceres,
tengo el peligro de parecerme a la Marta del
Evangelio,
que andaba preocupada por muchas cosas,
olvidando “lo único necesario”:
mi relación de amor con Dios.
Te ofrezco practicar más fielmente mi religión;
sobre todo,
acudiendo a la Confesión, la Eucaristía,
la oración y mi devoción a ti.
Dame, Madre el don de la devoción y el fervor.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA SEXTO
La adoración de los Magos.
“Encontraron la
casa; vieron al niño con María su madre”
La madre y su apostolado: La
madre cristiana, absorbida por su maternidad corre el peligro de pensar que no
hace nada por Cristo, la Iglesia y el mundo.
Los magos encontraron a Jesús
en brazos de su madre.
¡Madre mía!
A veces oigo decir
que mi papel de madre
es muy limitado y de muy estrechos horizontes.
Sin embargo, todos los grandes hombres,
Sin embargo, todos los grandes hombres,
comenzando por tu Hijo,
y todos los santos,
tuvieron una madre.
tuvieron una madre.
Bendigo al Señor
por este privilegio de ser madre.
Te pido que mí bebe sea
un enviado de Dios
a la Iglesia y el mundo:
no me lo niegues,
¡te lo suplico!
con toda la fuerza
de mi corazón de madre.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA SEPTIMO
La Presentación.
“Los padres introdujeron al niño Jesús en el Templo,
La Presentación.
“Los padres introdujeron al niño Jesús en el Templo,
para cumplir con
la ley”.
La madre, la consagración y el
Bautismo: los padres han de bautizar a su hijo, apenas nazca y cuanto antes.
María, obediente a la ley de
Israel, presenta a su Hijo en el Templo, sabiendo que así hacia lo que Dios
quería para su Hijo.
¡Madre mía!
Dios me ha
bendecido
con el niño que llevo en mis entrañas.
con el niño que llevo en mis entrañas.
Sé que desde la
consagración,
mi bebe cuenta con tu protección.
Pero sé también
que debo bautizarlo
apenas nazca para que se le borre el pecado
original,
se haga hijo de Dios,
miembro de la Iglesia Católica y
heredero del
cielo.
Me comprometo ante
ti
a no retrasar el bautismo de mi niño.
Y, luego de bautizarlo,
le educare cristianamente
con mi palabra y mi ejemplo.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
con mi palabra y mi ejemplo.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA OCTAVO
La huida a Egipto.
“José se levanto, tomo de noche al niño
y a su madre, y se fue a Egipto”.
La madre y las dificultades de
la vida: Los padres no podrán jamás eliminar todo sufrimiento de la vida de sus
hijos; pero pueden enseñarles a sufrir, sufriendo ellos mismos como cristianos.
Herodes quiere matar al Niño.
José y María, en medio de su pobreza, deben huir en plena noche a Egipto.
Cuando ya se han instalado en ese país extraño, otra vez deben volver a su país
de origen. Ellos se someten dócilmente a Dios.
¡Madre mía!
Dios ha querido
que los padres,
conviviendo con nuestros hijos,
les enseñemos a perdonar;
divirtiéndonos sanamente,
les enseñemos a divertirse como cristianos;
amando al prójimo,
les enseñemos a amar;
sufriendo, le enseñemos a sufrir…
Te pido, Madre querida,
que viviendo yo como cristiana,
enseñe a mis hijos a vivir como cristianos.
Dame la gracia para que mis hijos
vean en mí la vida limpia y honesta
que yo quiero ver en ellos.
Rezar
el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y Gloria.
Hacer la Oración final con la petición.
DIA NOVENO
La pérdida y el encuentro del Niño en el
Templo.
“¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi
Padre?”
La madre y la vocación de los
hijos: Los padres no son propietarios de sus hijos; deben abrirse generosamente
y humildemente al plan de Dios sobre cada hijo, con realismo, con generosidad y
con humildad.
Jesús no ha venido al mundo
para ser simplemente el hijo del hogar de Nazaret, sino el Redentor del mundo,
El hogar de Nazaret está al servicio del Plan de Dios. María y José entienden
esto y se desprenden de su Hijo.
Madre mía!
Sé que mi vientre
es para mi hijo solo ‘tierra de paso’
hacia su vida en
la tierra,
y que la vida de mi hijo en la tierra es,
a su vez, ‘tierra de paso’ hacia la Vida
eterna.
Te pido que comprenda que debo abrirme como
tú,
a la vocación de mi hijo y al plan de Dios
sobre él.
Madre, que los formemos de tal modo
que le hagamos capaz de llevar a cabo
su destino en la
tierra
para que un día se vaya al Cielo,
y que allí estemos con toda mi familia.
Rezar el “Bendita sea tu Pureza”, Avemaría y
Gloria.
Hacer la Oración final con la petición y la
Salve.
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