¡Oh excelso patrono, San Ramón!,
modelo
de caridad
para con los pobres y necesitados,
aquí
me tenéis postrada
humildemente ante vuestros pies
para
implorar vuestro auxilio en mis necesidades.
Así como era vuestra mayor dicha
ayudar
a los pobres y necesitados en la tierra,
socorredme, os suplico,
¡oh glorioso San Ramón!,
en
esta mi aflicción.
A vos,
¡oh glorioso protector!
acudo
para que bendigáis
al hijo que llevo en mi seno.
Protegedme a mí y al hijo de mis entrañas,
ahora
y durante el parto que se aproxima.
Os
prometo educarlo
según
las leyes y mandamientos de Dios.
Escuchad mis oraciones,
amante
protector mío, San Ramón,
y
hacedme madre feliz de este hijo
que espero
dar a luz
por
medio de vuestra poderosa intercesión.
Así
sea.
San Ramón Nonato, mártir (España hacia 1200-1240)
Tambien conocido como Ramón Nonato confesor
de la fe, Raimundo Nonato y san Romano.
Recibió el nombre de "no nato", no nacido, porque
tuvo que ser extraído del cuerpo de su madre que falleció un día antes de que
el niño viese la luz. Hijo de familia noble pero pobre, ingresó en la orden de los Mercedarios (Orden de los Caballeros
de la Merced o de la Misericordia) y en poco tiempo recibió el cargo de “rescatador
de cautivos”, fue enviado a Argel donde consiguió rescatar a cautivos,
fortalecer su fe, consolarlos y curarlos, además consiguió convertir a muchos
mahometanos y judíos, recibiendo distintos martirios por su predicación
(perforaron sus labios con un candado que retiraban tirando de el y volvían a
poner para alimentarle todos los días, entre otros), su labor redentora, su
evangelización y su caridad . Nombrado cardenal a su regreso a España en 1239,
no cambió su vida austera y murió de unas fiebres violentas poco después. Santo
muy venerado por fieles devotos que acuden a él para pedir sus favores, por su
intercesión se ha obrado multitud de milagros. Patrón de las mujeres
embarazadas, de las parturientas, de las parteras y ginecólogos, de los
sacerdotes que quieren proteger el secreto de la confesión y de las obras
eucarísticas. Protector de los niños no nacidos y de los recién nacidos, de los
niños en general,
de los acusados falsamente, de los que sufren persecución de cualquier tipo, de los enfermos con fiebres. También
se le invoca para detener las malas lenguas, los “chismes”, los rumores, los falsos testimonios, las intrigas, contra la mentira y los mentirosos, dejar de maldecir, para guardar secretos
de los acusados falsamente, de los que sufren persecución de cualquier tipo, de los enfermos con fiebres. También
se le invoca para detener las malas lenguas, los “chismes”, los rumores, los falsos testimonios, las intrigas, contra la mentira y los mentirosos, dejar de maldecir, para guardar secretos
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