¡Oh glorioso San Blas!,
que con
vuestro martirio
habéis
dejado a la Iglesia
un
ilustre testimonio de la fe,
alcanzadnos la gracia de conservar este divino
don,
y de
defender sin respetos humanos,
de
palabra y con las obras,
la
verdad de la misma fe,
hoy tan
combatida y ultrajada.
Vos que milagrosamente salvasteis
a un
niño que iba a morir
desgraciadamente del mal de garganta,
concedednos vuestro poderoso patrocinio
en
semejantes enfermedades;
y sobre
todo obtenedme la gracia
de la
mortificación cristiana,
guardando fielmente los preceptos de la
Iglesia,
que
tanto nos preservan de ofender a Dios.
Así sea.
Blas de Sebaste, conocido como San Blas
(Armenia hacia el 316).
Médico, obispo de Sebaste (Armenia, actual
Turquia) y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva del bosque.
Torturado y ejecutado durante las persecuciones a los cristianos de principios
del siglo IV. Patrono de los enfermos de garganta, contra las infecciones de
laringe, tos, anginas, animales salvajes y domésticos y sus enfermedades,
médicos, panaderos, albañiles, marmolistas, sastres.
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