Gloriosísimo
Obispo y mártir Cipriano,
te suplico por tu acrísimo martirio
y por la Gloria que gozas
en compañía de todos los que,
como tú, obtuvieron la corona felicísima del
martirio,
me libres de hechizos
y de encantamiento del infernal dragón,
de muerte repentina,
de rayos y temblores,
de incendios y terremotos,
de malos vecinos,
de caminos peligrosos,
de los salteadores,
de prisiones,
de malas lenguas,
de falsos testimonios,
y por último,
que puesto a tus plantas
y cubierto con tus vestiduras
me libres de todos los enemigos
visibles e invisibles,
que tapado con el manto de la Magdalena
alcance un arrepentimiento
como aquella dichosa Santa,
para que mi alma sea purificada
y mi suerte sea feliz.
Amén.
San Cipriano (Cartago,
siglo III).
Thascius Cecilio Cipriano,
clérigo y escritor romano, obispo de Cartago, santo y mártir de la Iglesia. Nació
en una rica familia pagana, se convirtió a los 35 años de edad y fue ordenado
sacerdote y después obispo. Afrontó persecuciones y fue condenado a morir
decapitado por no adorar dioses paganos el 14 de septiembre del año 258. Se le
invoca para pedir la liberación de toda acción de Satanás. Patrón de diversas
localidades, se le reza para pedir su intercesión contra la pobreza, contra el
rechazo, la burla, el insulto, la magia y los hechizos.
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