¡Oh maravilloso portento de la Iglesia!,
virgen
seráfica, Santa Catalina,
por tu extraordinaria
virtud
y el bien que
lograste para la Iglesia y la sociedad,
eres aclamada y
bendecida por todo el mundo.
¡Oh, vuelve tu
generoso rostro hacia mí!,
quien, confiado
en tu poderoso patrocinio,
te llama con
todo el ardor y afecto
suplicándote
que obtengas, a través de tus plegarias,
los favores que
tan ardientemente deseo.
(pedir aquí lo que se desea)
Tú, que fuiste una víctima de la caridad,
que para
beneficiar a tu prójimo
obtuviste de
Dios los más asombrosos milagros
llegando a ser
la alegría y la esperanza de todos,
tú no puedes
dejar de ayudar
escuchando las
oraciones de aquellos
que a tu
corazón acuden,
el corazón que
recibiste del divino redentor
en éxtasis
celestial.
Si, ¡oh seráfica virgen!,
demuestra una
vez más la prueba de tu poder
y de tu resplandeciente
caridad,
para que tu
nombre sea por siempre
más bendito y
exaltado.
Concédenos,
que habiendo
experimentado
tu más eficaz
intercesión aquí en la tierra,
podamos un día
darte las gracias en el cielo
y disfrutar
contigo de la felicidad eterna.
Amén.
Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia,
(Italia 1347-1380), terciaria dominicana.
Patrona: enfermedades en general, dolores de cabeza, tentaciones, tentaciones sexuales, personas ridiculizadas por su fe, abortos, enfermeras, bomberos, contra el fuego, prevención de incendios.
(Italia 1347-1380), terciaria dominicana.
Patrona: enfermedades en general, dolores de cabeza, tentaciones, tentaciones sexuales, personas ridiculizadas por su fe, abortos, enfermeras, bomberos, contra el fuego, prevención de incendios.
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