Querido Santo,
purifica
mi corazón,
transfórmalo y hazlo semejante al tuyo,
infunde
en mí tu fervor,
tu
sabiduría y tu fe.
Muestra
tu bondad ayudándome
y yo me
esforzaré en imitar tus virtudes.
Amable protector mío,
el estudio frecuentemente me resulta difícil,
duro y aburrido.
Tú puedes hacérmelo fácil y agradable.
Esperas solamente mi llamada.
Yo te prometo un mayor esfuerzo en mis
estudios
y una vida más digna de tu santidad.
¡Oh Dios!, que dispusiste
atraerlo todo a tu unigénito Hijo,
elevado sobre la tierra en la Cruz,
concédenos qué, por los méritos y ejemplos
de tu Seráfico Confesor José,
sobreponiéndonos a todas las terrenas concupiscencias,
merezcamos llegar a Él,
que contigo vive y reina
por los siglos de los siglos.
Amén.
Rezar tres Padrenuestro,
Avemarías y Glorias.
San José de Cupertino
(Italia 1603-1663). Religioso franciscano muy virtuoso y milagroso, gran místico
y contemplativo con frecuentes manifestaciones sobrenaturales. Se le invoca
como protector de los examinandos, contra la pasividad, la indolencia, el
orgullo, la autosuficiencia y la pereza. Patrono de los pilotos, astronautas,
aviadores, pasajeros de avión, estudiantes.
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