Benignísima Madre de Misericordia
Hija de Dios Padre,
Hija de Dios Padre,
Madre de Dios,
Esposa del Espíritu Santo,
Esposa del Espíritu Santo,
Noble descanso de todos.
Vos sois en las cosas dudosas nuestra luz;
en las tristes das consuelo;
en las angustias alivio;
en las tristes das consuelo;
en las angustias alivio;
y en los peligros y tentaciones fiel socorro.
Sois paraíso de gracia y espirituales dones.
Sois paraíso de gracia y espirituales dones.
Bienaventurados los que de veras os aman y
sirven,
y los que por santidad de vida
y los que por santidad de vida
se hacen siervos y devotos vuestros,
a vuestra piedad pues, recurro,
Reina y Señora mía para que me enseñéis,
Reina y Señora mía para que me enseñéis,
gobernéis y defendáis en todas las horas
y momentos de mi vida
y momentos de mi vida
suplicándoos humildemente ahora
me alcancéis de la Majestad Divina
me alcancéis de la Majestad Divina
la gracia que al presente os pido,
si conviniere para bien de mi alma y si no conviene,
vos,
como abogada mía, dirigid mi voluntad
sólo a lo que sea honra
si conviniere para bien de mi alma y si no conviene,
vos,
sólo a lo que sea honra
y gloria de Dios y salvación de mi alma.
Amén.
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