A LA VIRGEN APARECIDA, PATRONA DE BRASIL, PARA HACER PETICIONES

 

 

Oh Virgen María de la Concepción,

bendita eres ante el Señor,

 entre todas las mujeres de la tierra. 
 

 Tú eres la gloria de Jerusalén,
tú la alegría de Israel,
el honor de nuestro pueblo.
 

 Dios te salve, Virgen María,

honor nuestra tierra, Brasil,
que rinde culto con devoción

a tu advocación, con el precioso

nombre de Virgen Aparecida.

 

Siempre has sido Virgen nuestra,

especialmente benevolente y protectora

con el pueblo brasileño,

derramando tus gracias

entre quienes fervorosos a ti acudimos

a presentarte nuestras angustias,

aflicciones y padecimientos.
 

Siempre nos escuchas,

siempre nos consuelas y nos das ayuda,

nos proteges ante las tentaciones del maligno,

nos libras de enemigos y peligros,

nadie sale defraudado y

ante tu maternal presencia,

todos encontramos alivio a nuestras penas.

 

Eres la más bella de las Madres,

a quién amamos con todo nuestro corazón,

y a ti elevamos nuestras manos suplicantes

con esta pequeña oración,

para solicitarte la gracia de:

 

(Haga su pedido a la Virgen Aparecida)

Tú, que brillas en tu trono celestial,
y gobiernas y regulas todo el universo,

sabes bien de nuestras necesidades,

y con tu bondad y misericordia absoluta

escucharás nuestra súplica,

darás consuelo a nuestra alma

y en nuestro último instante,

cuando ya solo nos quede un soplo de vida,

vendrás a por nosotros,

para conducirnos ante tu Glorioso Hijo,

para disfrutar de la gloria eterna,

como fieles siervos tuyos.

 

Nuestra Señora de la Concepción Aparecida,
ruega por nosotros.

 

Amén