.

sábado, 22 de marzo de 2014

SALVE, MADRE DEL SALVADOR (SAN MODESTO DE JERUSALEN)


 
Salve, Santísima Madre del Salvador,
 nuestro Dios,
por cuyo medio vino a vivir con nosotros
y nosotros con Él;


 Él, que te hizo digna de ser celebrada y venerada
como verdadera y natural Madre de Dios,
en la tierra por cuantos te rinden honor,
y sobre todo en el cielo con los santos ángeles,
como augustísima Madre de Dios.

  Salve, venerable e inmaculada madre de Dios.

  Aquel que de lo alto de los cielos,
 sin dejar el cielo
se encarnó en tu seno como en su patria terrena. 
Él mismo. Cristo Dios,
te hizo digna de ir de esta patria terrena
a la patria celeste, que concedió,
por tu medio, a los santos que le esperaban.

  Salve, María, espiritual paraíso espléndido,
que has cultivado por obra del Espíritu Santo
el fruto de la vida y de la inmortalidad:
  el que fue engendrado por el Padre,
Cristo nuestro Dios.

  Nosotros, partícipes de su vida por la verdadera fe,
hemos sido vivificados en Él.

  En fundó por ti en el paraíso un tabernáculo
donde vives con tu cuerpo glorificado;
por tu mediación, también,
se nos ha abierto a nosotros la puerta.

  Salve, o refugio esplendente y adornadísimo.

  Tú has sido hecha madre de Dios.

  El género humano,
náufrago en el mar de esta vida,
se ha salvado en ti;
por tu medio ha obtenido los dones de la vida
del que te adornó en el tiempo presente
y te glorificó por los siglos de los siglos.
 
(San Modesto de Jerusalén)


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SÍGUEME EN FACEBOOK

Mi lista de blogs