¡Oh
Santa Marta dichosa!,
que
tantas veces tuviste el honor
y
la alegría de hospedar a Jesús
en
el seno de tu familia,
de
prestarle personalmente
tus
servicios domésticos,
y
que juntamente
con
tus santos hermanos Lázaro y María,
gozaste
de su divina conversación y doctrina,
ruega
por mí y por mi familia,
para
que en ella se conserve la paz y el mutuo amor,
para
que todos sus miembros
vivan
en la observancia de la Ley de Dios,
y
para que sólo Dios,
y
no el mundo ni el pecado,
reine
en nuestro hogar.
Libra
a mi familia de toda desgracia,
espiritual
y temporal,
ayúdame
en el cuidado de mis hijos y subordinados,
y
concédeme la dicha de verlos unidos
bajo
la mirada paternal de Dios en la tierra,
para
volver a verles reunidos
en
las moradas del cielo.
Así
sea.
Santa
Marta, aparece solo en el Nuevo Testamento.
Era natural de Betania. Era la
hermana de Lázaro y María y en su casa se hospedó Jesús tres veces por lo
menos. Es la patrona del hogar, de las amas de casa, de las cocineras, de las
empleadas del hogar, de los hoteleros y casas de huéspedes y de las Hermanas de
la Caridad. También se acude a ella para peticiones de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario